En 2030, uno de cada cuatro españoles tendrá más de 60 años. Y, sin embargo, seguimos organizando la sociedad como si envejecer fuera una rareza o una anomalía. Nos enfrentamos a un cambio estructural demográfico de magnitudes similares al de la revolución digital o la transición climática. Pero no estamos preparados. La economía de la longevidad no es una categoría de futuro: es ya un presente que desborda los marcos convencionales de las políticas públicas, de las estrategias empresariales y de los sistemas educativos.
Fuente: elpais.com