Las arqueas son microorganismos unicelulares que conforman uno de los tres dominios de la vida (categorías evolutivas en las que se clasifican todos los seres vivos), junto a las bacterias y las eucariotas, el grupo que incluye a los humanos, los animales y plantas. Son integrantes de los peldaños originales de la evolución de la Tierra primitiva y, en aquel entorno hostil, aprendieron a vivir a temperaturas extremas (más de 80 grados en géiseres), alta salinidad, acidez o alcalinidad y altas presiones (están presentes en las profundidades de los océanos). También han logrado sobrevivir a sus vecinas biológicas, las bacterias, con las que compiten por espacios y recursos. Esto llevó a pensar al laboratorio del biotecnólogo español César de la Fuente, de la Universidad de Pensilvania, a que, en esas condiciones, tendrían que disponer de mecanismos de defensa que podrían abrir una puerta a nuevos antibióticos ante la resistencia desarrollada por los microorganismos a los fármacos existentes. Con la ayuda de la inteligencia artificial (IA) y aprendizaje profundo computacional, el equipo ha hallado agentes antimicrobianos, que han denominado “arqueasinas”, en un 93% de los 80 compuestos identificados por la IA. La arqueasina-73 ha arrojado resultados en modelos in vivo comparables a los de la polimixina B, un antibiótico que se usa como último recurso, según publica este martes Nature Microbiology.
Fuente: elpais.com