El sentido de la vista ha inspirado numerosos avances tecnológicos, desde el diseño de sensores al desarrollo de cámaras capaces de discernir la información relevante para tomar decisiones con un menor consumo de información y energía. Ahora, la funcionalidad del iris para adaptarse a las diferentes condiciones de luz ha inspirado a un grupo internacional de 24 investigadores de seis instituciones para desarrollar un tinte fotocromático capaz de regular sin dispositivos externos la luz que necesita, por ejemplo, una placa fotovoltaica. Este avance, publicado en Nature y distinguido con un premio internacional de la Royal Society of Chemistry, permitiría convertir un rascacielos acristalado o una zona de invernaderos en monumentales generadores de energía sin alterar las condiciones de habitabilidad y funcionamiento del interior.
Fuente: elpais.com