Siempre que veo a Gina Holden en pantalla lo está pasando fatal. Sufre como una condenada en sus películas, se le mueren los cercanos, ella está a punto de hacerlo en la penúltima escena donde suele ser de noche, llueve o la pisada de un gato se confunde con la presencia del asesino. Todas las desgracias en una. Lo comprobamos de nuevo el domingo por la tarde en El precio del engaño, emitida por Antena 3, donde Gina encarna a Kathy, una directora de instituto que descubre que su esporádica aventura con Ian, un atractivo joven de 18 años, fue una terrible equivocación cuando éste se inscribe en su mismo centro educativo.
Fuente: elpais.com