En apenas unos días, de hecho, casi unas horas, 2025 pasará a ser un recuerdo. Es cierto que su vida se prolongará un poco más en todo el sector financiero, pero será para cerrarlo contablemente, auditarlo, reportarlo y convertir lo que fue el calor de los mercados en fríos datos estadísticos. Un año más, en suma. Un buen año de bolsa, por cierto, no tanto de bonos, aunque con señales de normalización en las curvas, algo siempre positivo. Y un año que dejará un legado a su sucesor, en forma de realidades, expectativas y puntos de interés.
Fuente: cincodias.elpais.com