Hace dos años Carolina Herrera decidió emular a otras grandes marcas de lujo y realizar desfiles fuera de su zona de confort, la semana de la moda de Nueva York. “La moda hoy es un negocio global. Así que decidimos hacer el esfuerzo estratégico de sacarla del contexto habitual”, cuenta Emilie Rubinfeld, presidenta global de la enseña. Concebidos como un diálogo entre el lenguaje estético de la casa y la artesanía y la tradición de cada lugar de destino, primero desfilaron en Río de Janeiro y, el año pasado, en Ciudad de México, ambos mercados boyantes para la marca, propiedad de grupo Puig desde 1995. Ahora han desembarcado en Madrid, nada menos que en la plaza Mayor, convirtiéndose así en los primeros en organizar un gran desfile en la capital. “Sucedió de manera orgánica”, explica Rubinfeld. “Creo que no hay duda de que Madrid está pasando por un gran momento cultural, pero además esto un profundo significado para la marca. Es una de las ciudades favoritas de la señora Herrera, su hija Carolina vive aquí y a Wes [Gordon, director creativo de la firma desde 2018] le fascina. Ha venido muchísimas veces. Ya inauguró hace dos años la exposición Maestras del Museo Thyssen, por ejemplo”. Rubinfeld cuenta que la plaza Mayor fue su primera opción: “Es una de las plazas más importantes de Europa. Ha sido un proceso largo, pero estamos muy agradecidos a la ciudad y a nuestros equipos, por supuesto”.
Fuente: elpais.com