Cambiar la perspectiva lo cambia todo. Parece una obviedad hueca, pero se transforma sustancialmente lo que se ve detrás del cristal, dependiendo del cristal. Y el que nos regala Sara Fantova en esta película es de un color muy especial. Jone, a veces es una historia sencilla y profunda, como lo puede ser la vida de cualquier chica de la edad de Jone, de cualquier mujer, de cualquiera. No osaré definir una nueva corriente cultural -Gramsci me libre- pero desde mi perspectiva se puede percibir el surgimiento de un “nuevo” cine, que no les suele gustar a los críticos de gafa, pipa y codera -menudo cliché, pero es que son así-, que es novedad para quienes viven para y del canon, pero no para quienes no caemos nunca en el centro.
Fuente: elpais.com