En 1989 al mánager de Tina Turner, Ray David, conductor también de las carreras de Olivia Newton-John, Cher, Janet Jackson, Joe Cocker, Sade o Pink le costó que Peter Lindbergh, entonces uno de los fotógrafos más cotizados del mundo, le cogiese el teléfono. Así se deduce de una de las cartas originales que recoge el libro de Taschen Tina Turner by Peter Lindbergh, que recopila las mejores imágenes (hojas de contacto incluidas) de todas las memorables sesiones de fotos que finalmente sí se produjeron. Lindbergh contestó con una nota manuscrita, llena de sentencias parsimoniosas, donde solo al final, en una posdata traviesa, acaba aceptando el encargo de hacer un reportaje en París con la que para entonces ya era una estrella mundial del pop y del rock de nuevo.
Fuente: elpais.com