Durante décadas, EE UU fue el paladín de la democracia, del Estado de derecho y de los derechos humanos. Por supuesto, hubo discrepancias flagrantes entre la retórica y la realidad: durante la Guerra Fría, Washington derrocó gobiernos elegidos democráticamente en Grecia, Irán, Chile y otros países con el pretexto de derrotar al comunismo. En el ámbito nacional, EE UU libraba una batalla por defender los derechos civiles de los afronorteamericanos un siglo después del fin de la esclavitud. Más recientemente, la Corte Suprema de Estados Unidos ha actuado con firmeza para restringir los esfuerzos por rectificar los legados de la larga historia de discriminación racial.
Fuente: elpais.com